El factoring es una herramienta versátil que puede ayudar a tu empresa en diferentes momentos.

Las empresas atraviesan gran cantidad de obstáculos. No importa qué tan sólida sea la propuesta o el inmenso talento de líderes y colaboradores, es algo inevitable. Por eso hoy te contamos de tres problemas comunes en las empresas que son fácilmente resueltos haciendo factoring:

Problema 1: El crecimiento de tu empresa se ha estancado.

Transformación digital, mejores oficinas, estrategias de marketing masivo… Todo esto implica capital que, en ocasiones, muchas empresas no tienen a mano. Sin embargo, mediante el factoring pueden adelantar el pago de facturas y contar con la liquidez para echar andar los procesos de transformación en su compañía.

Problema 2: Tu empresa ha crecido por encima de lo proyectado.

Algo que nadie creería que puede ser un gran problema. Cuando una empresa crece con mayor rapidez de la esperada por sus líderes, se pueden enfrentar a grandes dificultades. Desde no contar con una infraestructura logística apropiada, no tener materia prima o el personal especializado o en cantidad necesaria para cumplir con los proyectos.

El factoring permite inyectar capital rápidamente a una empresa, de manera que esta pueda contar con los fondos para contratar más personal, pagar a proveedores o integrar tecnologías que sostengan apropiadamente los niveles de crecimiento que experimenta.

Problema 3: Tus clientes tardan mucho en pagar.

Si constantemente tienes dificultades por los tiempos de pago de tus clientes, el factoring te permite simplificar la cobranza y obtener los fondos con rapidez. De esta manera, puedes optimizar el flujo de caja de tu empresa y cumplir con tus compromisos de pago de corto plazo, como lo son el sueldo de colaboradores y pago a proveedores.

En definitiva, un flujo de caja y financiamiento estable garantizan una mayor tranquilidad para cualquier empresario. Aunque el factoring no es la única vía, se caracteriza por ser más accesible y rápida que otras alternativas.